diumenge, 14 de maig del 2017

Sri Lanka 2017

Notas sobre Sri Lanka

El 4 de febrero de 1948 Sri Lanka se independiza de la Gran Bretaña. El 1956 el Partido de la Libertad se hace con el poder, con un programa basado en el nacionalismo cingalés. El nuevo gobierno, de mayoría cingalesa, empieza con mal paso. Primero pretenden denegar la ciudadanía a los “tamiles de plantación”, los que habían sido traídos desde la India por los británicos para trabajar en los campos de té. Intentan incluso, sin éxito, repatriarlos a su país de origen.

Después, pretenden que el único idioma oficial sea el cingalés, relegando el tamil, tan antiguo y arraigado en la isla como el primero. Tramita un proyecto de ley para privar del derecho de voto a la población hindú y musulmana de habla tamil, que, desde ese momento, ya no puede acceder a empleos y servicios gubernamentales. En 1970 se aprueba otra ley que favorece el ingreso de los cingaleses en las universidades en detrimento de los tamiles. Los estudiantes tamiles se levantan en una insurrección armada  que conlleva el estado de excepción en zonas tamiles.

Para colmo, en un país tan diverso, también en lo religioso, opta por apoyar y fomentar el Budismo, convirtiéndolo en la “religión” del estado. Un sector de monjes budistas se afianza en el poder promoviendo leyes que discriminan al resto de confesiones.

Todas estas medidas son la causa del inicio de un conflicto étnico que sumirá al país en el caos y la guerra civil.  En 1970 se crea Los Tigres de Liberación de Eelam Tamil  “Tigres Tamiles” que abogan por un estado tamil independiente. En 1971 se declara el estado de excepción en el norte. En 1981 un grupo de cingaleses incendia la Biblioteca de Jaffna que atesoraba varias joyas históricas del pueblo tamil.

En 1983 se produce una masacre de tamiles en Colombo, el llamado “Julio Negro”  en que 3000 tamiles son fusilados y sus inmuebles saqueados y quemados. La violencia se acaba propagando a otras partes del país. Ante la pasividad del gobierno, que, según algunas fuentes, no hizo nada para evitarla, cientos de miles de tamiles abandonaron el país o huyeron al norte. Mientras los cingaleses del norte se fueron hacia el sur.

Empieza así una guerra civil que durará 26 años y que provocará migraciones y más de 100.000 muertos. La guerra se acaba en 2009, tras acorralar y aniquilar a los últimos Tigres Tamiles. Pero el conflicto se cierra en falso. El gobierno arrasa todos los cementerios tamiles del norte, e incluso construye una base militar encima de uno de ellos. Pronto llegaron las acusaciones internacionales de masacres y crímenes de guerra.

El Gobierno de Sri Lanka ha rechazado hasta ahora investigar los abusos cometidos durante la guerra civil, tal como solicita el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNHRC). La ONU solicita investigaciones periódicamente sobre la masacre civil, sin resultados hasta el momento.

En el momento en que se acaba la guerra se encontraba al frente del gobierno, el presidente Manida Rajapaksa (2005- 2015) del Partido de la Libertad. Un personaje de talante totalitario y numerosas acusaciones de abuso de poder (familiares y parientes ocupaban cargos oficiales y dirigían grandes empresas), que llegó incluso a cambiar la constitución ceilandesa para poder detentar el poder ilimitadamente. Tras llevar a cabo enormes y ruinosos proyectos urbanísticos financiados con capital chino, como un aeropuerto y un puerto que nadie utiliza, perdió las elecciones en 2015.

El nuevo presidente desde el 2015, Maithripala Sirisena, que se está replantando algunos de los proyectos iniciados por su antecesor, es visto por muchos como la posibilidad de empezar a caminar en la senda correcta. Hay que adoptar nuevas políticas que combatan el conflicto étnico generado por las políticas anteriores. Los problemas en el norte no se han solucionado del todo. Los ataques a musulmanes en el 2014 son solo un ejemplo. Un cambio de rumbo se hace del todo necesario si se desea preservar la paz.


MEDIO AMBIENTE

Otro de los retos a los que se ha de enfrentar el nuevo gobierno es el de la protección del medio ambiente, una asignatura urgente.

La deforestación es la mayor amenaza. A principios del S.XX  el bosque natural cubría el 70% de la isla. En 2005 se había reducido al 20%
Sir Lanka registra uno de los índices más altos de destrucción de bosque primario en el mundo.

El boom del turismo lleva a la construcción en lugares antes vírgenes sin demasiada atención al medio ambiente. Parece que mejorar la economía es lo prioritario ahora, con todos los riesgos que eso supone.


La fauna del país también paga un alto precio. Mas de 60 especies están en peligro de extinción: el elefante asiático, el langur de cara púrpura, o los cocodrilos de estuario, son solo unos ejemplos. El caso de los elefantes es especialmente grave. Se calcula que en el s. XVIII había en la isla unos 20.000 elefantes. Los británicos, aficionados a las partidas de caza, asestaron un  duro golpe a esta especie. Hoy se calcula que quedan unos 4000.