Crónica desde Malasia
Unas 200 muertes al año por dengue en todo el país, han levantado la alarma. El ministro de salud de Malasia está estudiando la posibilidad de liberar unos 2.000 mosquitos modificados genéticamente, de la variedad “Aedes”, la que transmite esta enfermedad.
Se trata de machos portadores de un gen asesino que, después de aparearse con las hembras de esta especie, aniquilará las larvas. Los medioambientalistas del país se oponen, pues temen que los mosquitos genéticamente modificados afectaran negativamente el ecosistema.
El ministro asegura que si se lleva a cabo controlaran todo el proceso con mucho cuidado, y añade que acciones similares se han realizado en otros países. Aún así, la discusión esta servida, y las diferentes posturas llenan las páginas de los diarios de este país del sudeste asiático.
Para algunos comentaristas, el elevado número de muertes por dengue justifican perfectamente la medida, que debería empezar a aplicarse enseguida. Para otros, se trata de un atentado al medio ambiente de consecuencias imprevisibles, y por tanto, debería rechazarse. Y hay quien incluso opta por levantar la prohibición internacional y volver a utilitzar DDT para acabar con el dichoso animal.
El ministro, mientras tanto, recuerda que mantener el área en que se vive limpia y sin basura disminuye notablemente el número de mosquitos. Los restos orgánicos y el agua acumulada son una fuente de alimento para el mosquito “Aedes”. Quizá en la prevención se encuentre la mejor solución.
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